HIPOACUSIA O PÉRDIDA AUDITIVA

CONÓCE TODO SOBRE EL TEMA

La hipoacusia o pérdida auditiva se refiere a la disminución de la capacidad auditiva de una persona, determinada por el nivel o umbrales de audición obtenidos mediante una audiometría (estudio especializado que mide el nivel de detección sonora) y cuyos niveles se encuentran por debajo de los límites considerados normales.

La pérdida auditiva o hipoacusia se puede clasificar en 2 grandes grupos de acuerdo a la región del oído que se encuentre afectada y a los mecanismos que la estén generando; por ejemplo, la hipoacusia conductiva es aquella que se genera en las regiones del oído externo y el oído medio, donde el sonido es interrumpido en su paso hacia el oído interno, generalmente este tipo de pérdida auditiva es de grado leve a moderado y es potencialmente reversible con tratamiento médico o quirúrgico.

En cambio, la hipoacusia neurosensorial es aquella que es generada en las estructuras del oído interno como el nervio auditivo o la cóclea, que es el órgano especializado encargo de la audición, y que contiene células especializadas para procesar el sonido, generalmente este tipo de pérdida de audición es irreversible, esta forma de pérdida auditiva es la más común y representa aproximadamente el 80% de todas las perdidas auditivas.

Hasta el 60% de las causas de hipoacusia neurosensorial pueden ser atribuidos a causas genéticas, ya sea asociada a algún síndrome o presentándose de forma aislada. Otras causas de hipoacusia neurosensorial son las adquiridas, es decir las que no se presentan al nacimiento, pero se pueden presentar en cualquier momento durante la vida, algunos ejemplos son las ocasionadas por la edad, también denominada presbiacusia, otras asociadas a la exposición a ruido, a medicamentos que son tóxicos o dañinos para el oído, infecciones de tipo viral o bacteriano, algunos tumores, golpes en el cráneo en la región del hueso que alberga al oído interno, complicaciones al nacimiento, etc.

De acuerdo a la severidad o magnitud, la hipoacusia puede ser clasificada en leve, moderada, severa o profunda de acuerdo a los niveles de audición obtenidos mediante una audiometría o estudios especializados y puede afectar a uno u ambos oídos.

Se puede presentar a cualquier edad desde recién nacidos hasta los adultos mayores, incluso algunos tipos de pérdida auditiva están presentes antes del nacimiento, presentándose desde las etapas iniciales de la gestación o embarazo.

La detección o diagnóstico de la hipoacusia debe estar a cargo de médicos especialistas, en México los médicos especialistas encargados del diagnóstico y tratamiento de este padecimiento son los audiólogos y otorrinolaringólogos.

El diagnóstico del tipo y severidad de la pérdida auditiva se realiza mediante una batería de estudios especializados como la audiometría, potenciales auditivos y emisiones otoacústicas.

En los niños es muy importante hacer la detección temprana de la hipoacusia, el tamiz auditivo es una herramienta con la cual se inicia la detección de este padecimiento y debe ser obligatoria en todos los recién nacidos de México, idealmente se debe realizar antes del mes de edad. Esto con la finalidad de establecer un tratamiento especializado y dirigido lo antes posible, idealmente antes de los 6 meses de edad, y así, proporcionar a los niños las herramientas necesarias para una adecuada adquisición del lenguaje.

Los tratamientos convencionales para la hipoacusia neurosensorial son del tipo rehabilitatorio, actualmente se cuentan con prótesis auditivas convencionales como los auxiliares auditivos o audífonos y los dispositivos implantables como el implante coclear que sirven como ayudas auditivas.